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CONTRA TODA HIPOCRESIA Y SOLO A FAVOR DE LA LIBERTAD

Contra todo el egoismo de los estados y todos los gobiernos. Contra toda la violencia de las fronteras. Contra todo partidismo politico hipocrita, oportunista y manipulador. Contra todo absolutismo y contra cualquier autoritarismo. SOLO A FAVOR DE LA LIBERTAD = LAS MANIPULACIONES DEL PODER NO SE JUSTIFICAN... SE COMBATEN

miércoles, 30 de junio de 2010

CLASISMO HOMO: ENTREVISTA A IOSHUA


"LA UNICA NOVEDAD ACÀ ES UNO MISMO"
Por Federico Fahsbender



¿Qué es Clasismo Homo?
Para mí es una forma de mirar Latinoamérica. Y es una teoría de pensamiento revolucionario, la revolución entendida como el hecho de cambiar. Es dar un pensamiento de apertura, con un hincapié en la prioridad de género, en la identidad sexual, más allá de la elección propia. No estoy solo, considero a los otros y a las otras, estar a su lado y jugar por ellos, aportar a una lucha que es continental, que comprende a experiencias como Evo, el Subcomandante Marcos, el hecho de establecer y empezar una diferencia, de mirarse más para adentro y así hacia afuera. En este continente muchas comunidades buscan aparecer y ser representadas, y la idea es trabajar para esas identidades.

Tal vez no sólo comprende a la homosexualidad como una minoría, sino como una clase, más allá de la homosexualidad. Y no sólo gays, sino un estamento, en términos de Marx.

Marx, sí, quizá. Marx y todas esas ideas que sacudieron al mundo y la historia. El homoclasismo claramente tiene que ver con la identidad sexual, y es revalorizarla en muchos lugares militarizados, sumidos en la pobreza. Estoy hablando de un nosotros continental. Como que nos olvidamos de nosotros mismos en el acto. Realmente no sé cuán lejos estoy de un pibe gay en una favela en Sao Paulo. Más allá de distancias, hay un sentido de vulnerabilidad, y las minorías son sexuales como económicas y de clase. Y la homosexualidad es una cuestión de clase. También, lo vivencial es lo que importa. Vengo de estar en el Chaco y ves la diferencia. También en El Salvador, Perú, Guatemala. Las clases bajas sufren las mismas circunstancias: la ideología binaria de géneros e identidades, un estado asesino y policial, es una diferencia continental que une las clases más bajas, vulnerables a los estados dominados por los imperios. En Chile hay bases militares. Y ellos bajan todo esto a nuestras cotidianeidades.

Por otra parte, la homosexualidad se vive de forma distinta en la clase alta. Por ejemplo, no usan términos como “novio”. Dicen “pareja”, es un genérico con el beneficio de la duda.

Lo que decís me parece fundamental. Es cambiar las palabras, hablar de matrimonio sabiendo de lo que representa. No novio, o novia, sino compañero o compañera. Uno elige a otro para construir. De todas formas no establecería una diferencia con cómo se vive la homosexualidad en la clase alta. Todos son honestos en querer progresar, y yo como lo que sea. Estoy viajando de un lugar a otro, trascendí la esquina, rompí la tradición. Es progresar, y eso para Merlo es traición. Me tendría que haber quedado tomando birra en la esquina. El criterio queda en cada uno, de que importa la vida de los demás, lo mal que la pasan. Eso es Clasismo Homo: aportar.

El espectro de la militancia gay es muy amplio en Argentina. Implica desde los Putos Peronistas en La Matanza o La Fulana (www.lafulana.org.ar) hasta la CHA (Comunidad Homosexual Argentina).

Lo que gana es eso: la fragmentación, las microcélulas. Desde Merlo hasta Santiago del Estero, Neuquén, por más que algunos se arroguen la representación absoluta, y en eso incluyo a la CHA y a la Federación. Lo que se gana es que muchos y muchas puedan y quieran aportar, crear un grupo de apoyo a un pensamiento, colaborar y cooperar. La lucha de reivindicación gana en capacidad de multiplicarse, agregar nuevos temas a las mismas luchas de siempre.

Y la militancia es muy objetivista, en el sentido más literal de la palabra. Busca lograr las metas A, B y C, los ítems de su agenda.

Cierto.

Entonces, ¿qué va a pasar cuando se logre el cumplimiento de estos reclamos? ¿Cómo sigue?


Claro. ¿Y ahora qué? Es simple: la lucha excede a las comunidades homosexuales. Hay reclamos que son inmediatos, que la vida exige. Por ejemplo, que haya un marco legal para personas trans, que tengan su identidad en su documento. Y por sobre todo la vida más cotidiana: salud, vivienda, tierra, respeto a una identidad. ¿Cómo se puede pensar en casamiento si no se le da estatus a una persona trans? No es para todos y todas. Es para todos, todo.
Estoy muy cerca de la lucha trans, tengo gente en México. Es como vos decís: hay una agenda de militancia, de cosas concretas. Pero son reclamos no tan glamorosos sino más profundos, que van al cambio social, va a lo que vos señalabas. No hay más futuro, entonces prefiero seguir mirando. ¿Cómo puede ser que camine por la calle y vea a una travesti mendigando en situación de calle? Hay que incluir a todas las identidades posibles.

Volviendo a América Latina, hay situaciones diversas. Por ejemplo Manuel Tzoc, que es la tapa de tu revista, Wowiea. Es trans, vive en Guatemala, pero es poeta, escritor, produce cultura. Tiene una visibilidad y una fuerza de voluntad. Me pregunto qué le pasará a su grupo de amigos, que viven en el barrio, y no salen hablando en un escenario.

Es que el homoclasismo justamente piensa en eso: en las amigas de Manu. Siempre es ingrato ponerse como parámetro, en cierta representación de imagen. Ponele, a los pibes de la villa, el trascender la esquina. Nosotros, gente como vos y yo, poetas, escritores, tenemos una herramienta artística, buscamos eso, plantarnos frente a un público, crear algo que trascienda lugares. A los que no pueden hacerlo quizá no les interesa. ¿Qué pasa con ellos? Vos leés en vivo, te aplauden, te reconocen... esa visibilidad podemos lograrla. Por ahí un pibe te mira, sueña cómo ser un punkito, te ve a vos y no sabe cómo lo lográs. Esto genera algo en el otro, la posibilidad de que eso pase es increíble. Te hablaba de nuevas representaciones, los nuevos que aparecemos, la cantidad de gente: tiene que ver con el panorama, cambiar las maneras de ser visible, por ejemplo, en blogs, en eventos pequeños, en generar solidaridad.

Un proyecto próximo es Wachodelacalle, una nueva colección que saldrá por el sello editorial Nulú Bonsai, focalizado en literatura gay latinoamericana.

Es algo que empezó como una urgencia, una necesidad de publicar algo rápido y directo. Nulú Bonsai toma esta idea, toma estos textos y hace algo que no deja de sorprenderme y es considerar algún valor en mis publicaciones. No sé, puedo estar acá y pensar en todas esas cosas que hago y no conducen más que a mi propia catársis. Quiero decir: soy demasiado compulsivo y eso a veces arruina todo pero esto de Wachodelacalle, bueno... será algún cambio, para mí y para los autores invitados a esta aventura de identidades y nuevas maneras de vivirlas. La única novedad acá es uno mismo, la palabra ya existe, nosotros no antes de ella. Y quiero insistir en algo: el único valor de nuestra obra está en aquellos y aquellas que la divulgan.

¿Ping pong?

Dale.

¿Ana María Picchio o María Leal?
Mmm, María Leal, supongo.

¿Perciavalle o Gasalla?
Maricas viejas, genios, me divertían mucho realmente. A Perciavalle lo recuerdo vestido de control remoto y a Gasalla de notera con dientes deformados. Me encantaban. Hoy los busco en Youtube a veces. No puedo elegir a ninguno de los dos.

¿Copi o Perlongher?
¡Uff! Apenas los leí. Sé de sus existencias, claro, y tengo noción de sus historias y respeto sus figuras, pero elegiría si fuera necesario a Copi, solo porque dibujaba.

¿Tito o Dany La Muerte?
Tuve un novio del Tigre al que le decían Tito. Hasta ahí llego.

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